Llegó la hora de irse a dormir, pero Lola no tiene muchas ganas de acostarse. Su cabeza está llena de preguntas. ¿Cómo dormiría si fuera un elefante, un pingüino o un león? Uno tras otro, cada animal necesita dormir, aunque todos tienen su propia manera para descansar. Uno tiene que enroscarse para encontrar la perfecta posición mientras otro duerme durante meses esperando que lleguen días más calientes. ¿Y los padres? Vigilan a los niños hasta que cierran los ojos también. Yael Frankel, Editorial Amanuta
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