Autora: María José Ferrada.
Ilustraciones: Leonor Pérez.
Editorial Amanuta, Chile, 2017, 78 págs. 20 x 20 cms.
María José Ferrada es actualmente una de las escritoras más relevantes de la literatura chilena, premiada y conocida internacionalmente. Se ha movido principalmente en lo que conocemos como la literatura infantil y juvenil, es decir, una escritura dirigida a este público, con un nivel de excelencia que demuestra, una vez más, que la LIJ puede ser (y es) literatura de primer nivel, seria, compleja, profunda.
De la extensa y rica obra de Ferrada (que esperamos poder abordar en otra ocasión), hemos querido hablar de «Mi cuaderno de haikus» por varias razones: primero, porque aborda dos de las pasiones de Ferrada, por un lado, la cultura, de la que es una gran conocedora, y la poesía, pues estamos ante una de las más interesantes poetas contemporáneas que escribe para niñas y niños. Por otra parte, porque es una obra que invita a sus pequeñas/os lectores a descubrir, sorprenderse y crear. Es un libro que no solo «se puede rayar» : hay que rayarlo, escribir en él, completarlo, jugar… Así es, estamos ante un cuaderno de actividades, explicativo y poético, que solo se completa si su lector/a lo hace suyo interviniéndolo.
Además, el cuaderno cumple con una de las características más interesantes del libro como objeto: su materialidad es de altísima calidad, toda su propuesta estética lo es, desde la tapa y las tipografías, pasando por la textura de sus páginas, su olor, sus colores de tonos pasteles, y por supuesto, la poesía que lo compone, en que se mezcla la pluma de la propia Ferrada con la de los autores japoneses clásicos de haikus como Basho, Buson o Issa. Las ilustraciones, por su parte, se integran de forma perfecta en esta composición, reflejando bellamente la simpleza y limpieza del haiku en cada dibujo, lo que nos recuerda la ética-estética del taoísmo: árboles, montañas, flores de cerezo…
Si no sabemos lo que es un haiku, Ferrada nos lo cuenta: «(…) es un breve poema de origen japonés que consta, en la mayoría de los casos de diecisiete sílabas repartidas en tres versos (5-7-5)». También explica sus temáticas más comunes: las estaciones, por lo cual la invitación de la autora es a salir a caminar con tu cuaderno, porque será el lugar más seguro donde depositar tus observaciones.
Otro nivel es que tu gato lo escoja como cama, pero eso ya es un cuestión de suerte, creo.